El consumo excesivo de alcohol es causante de una serie de enfermedades y una de las mayores causas de morbilidad prevenible (Lazarte, Azurmendi y Poniachik, s.f.). Una de las enfermedades ocasionadas por esta adicción es el hígado graso y, según el informe de Lazarte, et al, incluso la ingesta de alcohol, por unos pocos días, podría ocasionar esta enfermedad también conocida como esteatosis.
En esta publicación se expondrá más sobre los efectos nocivos del alcohol para el hígado, así como su relación con el desarrollo del hígado graso.
Las enfermedades que el consumo del alcohol ocasiona en el hígado
Según la Fundación Española del Aparato Digestivo no son una, sino tres las principales enfermedades que devienen del consumo de alcohol, en relación con el hígado. Estas son: el hígado graso, la hepatitis alcohólica y la cirrosis hepática alcohólica.
De hecho, en esta publicación también se advierte, que una gran cantidad de trasplantes de hígado (entre el 20% y el 50%) son consecuencia del excesivo o prolongado consumo de bebidas alcohólicas. El problema de estas enfermedades es que son evolutivas en gravedad, así como en la dificultad de sus tratamientos.
El hígado graso por consumo de alcohol ¿Cómo sucede?
El desequilibrio del redox (NAD/NADH) es uno de los efectos tóxicos causados por el alcohol y esto ocasiona el hígado graso alcohólico. Pero ¿cómo es que se da esta enfermedad?
Al oxidarse el etanol libera un hidrogenión que es captado por el NAD, lo que produce que se transforme en NADH. Al suceder esto hay un desequilibrio entre la cantidad de NAD y NADH, como consecuencia se alteran procesos metabólicos, por ejemplo, la disminución de la β-oxidación de los ácidos grasos lo que aumenta su síntesis y la de los α-glicerofosfato; así se sintetizan en exceso los triglicéridos ocasionando el hígado graso.
¿Cómo detectar el hígado graso?
El hígado graso puede ser detectado a través de una ecografía abdominal. Según una publicación del MINSA esta es una respuesta temprana al consumo de alcohol que se desarrolla en la mayoría de los bebedores. La esteatosis leve se da cuando el daño se encuentra en la zona perivenular, aunque también podría afectar la zona periportal si llega a niveles más severos.
Respecto a los síntomas, según el Ministerio de Salud, en el caso del hígado graso simple, este es generalmente asintomático; además bajo la abstinencia de cuatro a seis semanas puede incluso ser reversible. La misma publicación agrega que hay que tener cuidado con que el cuadro evolucione ya que hay entre un 20% a 40% de que este progrese hacia una fibrosis y luego de ello, existe entre un 8% y un 20% en que repercuta a cirrosis, pese a la abstinencia.
¿Cómo proteger el hígado?
Además de llevar una buena alimentación se recomienda evitar o reducir el consumo de alcohol, pero hay otras formas más de proteger el hígado. Entre estas se encuentra el consumo de hepatoprotectores. Por ejemplo, existen aquellos que combinan una serie de fosfolípidos y vitaminas del complejo B y E que ayudan a mantener la buena salud del hígado. Uno de ellos es Livolin de Mega We Care, encuéntralo en MiFarma e InkaFarma.
Fuentes:
Perez y Castellano
https://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/ayudas-practicas/55_Higado_y_alcohol.pdf
MINSA – Lazarte et al
http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/2986.pdf
Fundación Española del Aparato Digestivo
https://www.saludigestivo.es/wp-content/uploads/2016/03/hepatopatia-alcoholica-20140219100514.pdf
https://www.saludigestivo.es/wp-content/uploads/2018/11/FEAD_dia_mundial_sin-_alcohol-min.pdf