Existen diferentes enfermedades que pueden afectar el hígado. Una de ellas es la esteatohepatitis no alcohólica también conocida como la enfermedad del hígado graso no alcohólica. Como la enfermedad adquirirá por el excesivo consumo de alcohol, esta también se caracteriza por una alta concentración de grasa en el hígado, pero presenta ciertas diferencias.
La esteatohepatitis no alcohólica suele ser una agravación del hígado graso no alcohólico según lo define la American College of Gastroenterology.
¿En qué se diferencia del hígado graso inducida por alcohol?
A diferencia de la enfermedad del hígado graso por alcohol, la esteatohepatitis no alcohólica presenta además de acumulación de grasa en el hígado, inflamación y daño en las células hepática según la define el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
Causas de la esteatohepatitis no alcohólica
Entre las causas del hígado graso no alcohólico se encuentran enfermedades como la diabetes o la predisposición a esta. La obesidad es otro factor que puede ocasionar el hígado graso, así como la hipertensión.
La esteatohepatitis no alcohólica presenta causas más difícil de identificar, algunas causas que se consideran detonantes de la enfermedad serían el estrés oxidativo, la producción de proteínas inflamatorias tóxicas que luego son liberadas por el propio organismo, o la muerte de las células hepáticas.
¿Cuáles son los síntomas de la esteatohepatitis no alcohólica?
Los síntomas de la enfermedad son raros. Es más común que se presenten síntomas en pacientes infantes y en niños. Entre los síntomas comunes se encuentran el cansancio y el dolor abdominal en el lado derecho, aunque esta sintomatología no es exclusiva del hígado graso.
A lo anterior se puede agregar la presencia de zonas de piel oscuras, comúnmente se presentan estas en zonas como el cuello o las axilas.
¿Qué exámenes se suelen realizar para detectar la enfermedad?
Suele empezar a sospecharse de la enfermedad a través de exámenes de sangre, aunque los resultados normales en un análisis de este tipo no descartan la enfermedad.
La presencia de la enfermedad puede confirmarse con estudios como una ecografía del hígado que permita revelar la acumulación de grasa en este órgano. Como existen muchas causas de la presencia de grasa en el hígado para asegurar de que se trata de una esteatohepatitis no alcohólica se debe confirmar el diagnóstico con una biopsia.
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¿Cuáles son los riesgos de la esteatohepatitis no alcohólica?
En gran parte de los casos no existen riesgos o consecuencias graves de la enfermedad. No obstante, 25% de los pacientes diagnosticados con la enfermedad podrían desarrollar fibrosis hepática con posibilidad de que esta empeore, aunque el proceso es lento.
¿Cuáles son los tratamientos de la esteatohepatitis no alcohólica?
No existen tratamientos que puedan volver a la normalidad el estado del hígado. Lo que sí existe es tratamientos a base de remedios para el hígado y una dieta que mejore la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad. Se siguen investigando pastillas para el hígado y demás remedios que ayuden a tratar directamente con la enfermedad.
Los expertos suelen recomendar a quienes padecer de esteatohepatitis no alcohólica reducir su peso, y la administración de medicamentos que permitan reducir los lípidos, así como otros que ayuden a desinflamar el hígado.
Si se sospecha que se padece la enfermedad no es recomendable tomar pastillas para el hígado de forma indiscriminada, cualquier medicación así como la mejor dieta, debe ser proporcionada por un profesional.
Referencias: