Síntomas físicos del estrés

El estrés es la enfermedad de los tiempos modernos. Y como toda enfermedad a veces aparece sin que uno se dé cuenta y puede causar más que solo cambios psicológicos y emocionales: el estrés puede ocasionar problemas físicos que salten a la vista.

¿Qué es el estrés?

Según el Gabinete Psicopedagógico UGR (Universidad de Granada – España), el estrés se identifica como una respuesta del organismo ante algunas situaciones. Estas últimas, por lo general, son del tipo que causan angustia o sensación de alarma en las personas. Se pueden sufrir cuadros de estrés al estar en la escuela, por el trabajo, por cambios o el enfrentamiento a la readaptación, etc. Aunque factores externos pueden hacer que el estrés brote, lo cierto es que este parte de cada individuo, de la forma como enfrenta cada evento de su vida.

Síntomas físicos del estrés

Especialistas suelen estar de acuerdo en que el estrés físico muchas veces no es notado como tal por quien lo padece. Y es que en ocasiones es más fácil que una persona asocie un dolor lumbar, por ejemplo, a alguna enfermedad o golpe que a un factor psicológico, no obstante, padecimientos como este pueden ser simples síntomas físicos de un severo cuadro de estrés. Aquí las formas más comunes en que el estrés se manifiesta en la salud física:

Cansancio – Agotamiento

Se trata de un agotamiento que mezcla tanto lo físico como lo psíquico. Con él la persona puede sentir que está agotada y sin ganas para trabajar, estudiar o vivir su día a día plenamente. A veces se asocia con cuadros de irritabilidad, la proliferación de pensamientos negativos, problemas para respirar y la aparición de palpitaciones.

Estrés y problemas gastrointestinales

Según el ISSSTE (Subdirección General de Prestaciones, Económicas, Sociales y Culturales, Subdirección de Pensiones – México) uno de los síntomas físicos del estrés se pone en evidencia al padecer problemas gastrointestinales. Los más comunes son las náuseas, diarrea y ardor estomacal, pero también se puede llegar a padecer vómitos a causa de situaciones estresantes.

Según Ganforinina (2017) el efecto del estrés en el sistema digestivo se debe a la comunicación bidireccional que existe entre ambos, para la investigadora, el síndrome del intestino irritable es la consecuencia más común del estrés en el sistema digestivo; no obstante, agrega, las úlceras gástricas y la intolerancia a los alimentos también pueden ser consecuencias del estrés.

El estrés y los trastornos músculo-esqueléticos

El dolor es uno de los síntomas físicos más comunes del estrés. El dolor lumbar o el dolor cervical pueden tener, en muchos casos, su origen en cuadros de estrés. De hecho  los trastornos músculo-esqueléticos por estrés suelen asociarse mucho con el trabajo. Según Martínez (2009) “si se tiene en cuenta que uno de los sistemas dianas del estrés es el neuromuscular, que se traduce en el incremento del tono muscular (hipertonía muscular), es fácil decir que el estrés puede dar origen a diversas afecciones músculo-esqueléticas”. Los problemas de este tipo no solo se manifiestan como dolor, sino también como tensión o rigidez muscular.

El estrés también puede presentarse físicamente como problemas en el aparato circulatorio: presión arterial elevada, taquicardias; en el aparato genital, como dolor menstrual o problemas de impotencia, etc.  

Debido a que el estrés físico puede abarcar diferentes tipos de padecimientos, es mejor prevenirlo a través de una vida sana y equilibrada y el consumo de suplementos alimenticios que permitan fortalecer las defensas del organismo. Si quieres saber en qué grado de estrés te encuentras, prueba el estresómetro de MEGA.

Fuentes:

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