La piel es el órgano más extenso del ser humano, así como controla nuestra temperatura corporal, protege al cuerpo frente a agresiones externas (Seskimo Group, s.f.), además es la encargada de la absorción ultravioleta y producción de vitamina D (Serna et al, s.f.).
Ya que tiene tantas responsabilidades a su cargo, es importante cuidarla y mantenerla saludable:
1. Consumo de vitamina E
Aunque son muchas las vitaminas que contribuyen a nutrir la piel, la vitamina E es importantísima dentro de una dieta sana. Esta tiene un papel antioxidante, por lo que retrasa el envejecimiento.
Cuando no se tenga acceso a una dieta diaria que incluya vitamina E, se pueden prescribir suplementos alimenticios como ENAT 400. Siempre hay que verificar que el producto a consumir posea vitamina E natural.
2. Usar protectores solares
Aunque el sol sea bueno para la piel, la excesiva exposición al sol puede ser dañina para la misma. Al exponerse a radiación solar, lo mejor es usar un bloqueador con FPS según el tipo de piel que se tenga. La protección alta, de 50 a 100 FPS, es recomendada para pieles muy sensibles a las quemaduras solares (ANMAT, s.f.).
3. Usa un jabón según tu tipo de piel
Los jabones comerciales suelen contener productos que son capaces de producir alteraciones cutáneas. El Ph de estos es variado y no es adecuado para todos los tipos de pieles. Si se tiene piel normal no representan un gran riesgo, pero si se tiene piel seca, es preferible disminuir o evitar el uso de jabones comerciales (D´Santiago y Vivas, 1996).
4. Limpiar la piel antes de dormir
Lavarse el rostro para quitar las impurezas del día, suele bastar para los hombres, pero no para las mujeres que usan maquillaje. En este caso, el uso de desmaquillantes es necesario y por ende, es indispensable evitar dormir con productos cosméticos en el rostro.
Pernoctar sin desmaquillarse, maltrata la piel, impide que esta se oxigene y puede ocasionar síntomas como el de la piel asfixiada (Cristina Lobato, s.f.).
5. Si se tiene piel seca es recomendable usar cremas hidratantes
Lo ideal es aplicar cremas hidratantes, que contengan vaselina, lanolina, glicerina, etc. tras el baño. El uso de jabones suaves también es recomendado para quienes tengan este tipo de piel (Dermatología.cat).
6. Una buena alimentación contribuye al cuidado de la piel
Según AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), tanto una buena hidratación, como el consumo de alimentos saludables influyen en el bienestar de la piel, tanto para su nutrición como para la eliminación de toxinas.
7. Uso de cremas con vitaminas
Las vitaminas no solo pueden contribuir al ser ingeridas, sino al ser aplicadas a través cremas o ungüentos. Hay que decir que el cuerpo humano no es capaz de producir sus propias vitaminas, por lo que ayudar al cuidado de la piel con cremas ricas en nutrientes, como la vitamina E, es esencial.
Cremas como ENAT no solo tienen un efecto antioxidante, sino que protegen la piel de los efectos dañinos de los rayos UV (Mega We Care).
8. Usar agua tibia
Para una piel saludable, lo ideal es tomar baños de agua tibia todos los días. Se recomienda que se realicen duchas cortas y que se empleen jabones suaves, similares al PH natural del cuerpo.
9. Uso de productos que no contengan alcohol
La piel es muy sensible, por eso, siempre que se compre un nuevo producto, lo ideal es que este no contenga alcohol.
10. La ropa debe ser una aliada para la piel
Se puede cuidar la piel con una buena selección de los materiales de las prendas cotidianas. Las de algodón o lino son telas más transpirables y con menos tendencia a causar irritaciones o reacciones alérgicas. Es conveniente evitar prendas muy estrechas o de materiales que causen rozaduras.