Aunque se suele confundir la astenia con fatiga o cansancio, lo cierto es que aquella abarca mucho más que eso. De hecho hay quienes la identifican como la incapacidad de lidiar con el día a día. Una de las principales causas de la astenia es la depresión, no en vano es un padecimiento que se identifica no solo en pacientes físicamente sanos, sino también en quienes padecen enfermedades como cáncer, lupus, etc.
Según Pablo Young, Barbara Finn, et al, la astenia crónica implica una serie de sensaciones que varía de individuo a individuo, esta incluso puede llegar a confundirse con debilidad o disnea, no obstante, agregan, el factor tiempo es útil para poder caracterizar la enfermedad.
Los síntomas de la astenia
Aunque la astenia es por sí misma un síntoma, tiene sus propios signos. Algunos especialistas logran diagnosticar la enfermedad si esta presenta al menos 6 de los diferentes síntomas de la astenia:
Cansancio y somnolencia durante el día.
Falta de energía.
Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
Irritabilidad.
Ansiedad.
Pérdida del apetito.
Cefaleas.
Disminución de la libido.
La pérdida de peso puede o no darse como consecuencia, dependiendo de la causa subyacente de la enfermedad. Por lo general, cuando este síntoma se da, la astenia tiene su origen en problemas metabólicos o inflamatorios. Otros signos son: alteraciones en la concentración, mialgias, cefaleas, sueño no reparador, malestar post-esfuerzo de larga duración, fatiga crónica, odinofagia, etc.
Tipos de astenia
La astenia puede dividirse en dos tipos según su origen. Por un lado está la astenia orgánica que se asocia a distintas enfermedades, aunque esta es menos frecuente que la segunda; y la astenia psicógena, que se ocasiona por trastornos como la depresión, ansiedad, estrés (Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéutico, s.f.). Incluso existe un tipo de astenia que se relaciona con el cambio estacional: la astenia primaveral.
El primer tipo de astenia es más común en la población masculina y su sintomatología suele presentarse en las tardes. La duración de la astenia orgánica no suele superar los dos meses. En cuanto a la psicógena, es más común en mujeres, tiene mayor duración y los episodios tienden a presentarse por las mañanas (ibídem).
¿Cómo combatir la astenia?
Según la investigación de Young y sus colegas, la principal forma de combatir la astenia es llegando a solucionar la causa subyacente de la enfermedad, ya se trate de un padecimiento físico o psicológico. También son útiles, frente a la astenia, practicar ejercicios físicos y recibir terapia cognitiva.
A partir de una publicación del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, se ha dicho también que la astenia puede combatirse con cierta medicación. Un grupo de medicamentos está orientado a reducir el balance nitrogenado negativo, mientras que otros tienen una acción estimulante. Respecto a estos últimos, el Consejo recomienda, el consumo de ginseng, además de complejos vitamínicos.
En relación al ginseng, este puede consumirse en cápsulas hechas con el extracto de la raíz de esta planta; presentaciones como Ginsomin, producidas por Mega We Care influyen positivamente en el sistema inmunológico, aumentando la resistencia del cuerpo al estrés y a la fatiga.
Fuentes:
Mega We Care – Ginsomin: Link
¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?: Link
Enfoque del síndrome de astenia crónica: Link
Portal Farma: link
