Desde el año 1965 empezó a usarse el término probiótico (Marín, Saavedra, Zúñiga y Salguero, 2016); en aquel entonces fue acuñado por Lilly y Stillwell quienes lo comprendían como “el factor de origen microbiológico que estimula el crecimiento de otros organismos” (p.248), desde entonces, la definición de los probióticos ha variado y hoy en día, se entiende a aquellos como a los microrganismos vivos que son beneficiosos para la salud del huésped, si son administrados en las cantidades adecuadas.
En esta publicación se abordará más sobre los probióticos, así como la forma en que benefician al organismo.
Beneficios de los probióticos en el organismo
Los probióticos proporcionan ventajas para la salud en muchos aspectos, en este apartado veremos el tipo de enfermedades en que el consumo de probióticos suele ofrecer mayores beneficios, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2006):
- La prevención de episodios diarreicos que devienen de bacterias patógenas y virus; aunque debe combinarse con la rehidratación a medida que sea posible. En este tipo de enfermedades los probióticos actúan restableciendo la microflora intestinal; asimismo, en algunos casos permiten aliviar signos y síntomas de infecciones de la diarrea.
- Se vienen realizando estudios que permitirían comprobar que ciertas bacterias pueden inhibir el crecimiento del Helicobacter pylori.
- Existen estudios que versan sobre la posibilidad de que los probióticos pueden contribuir a la corrección de enfermedades inflamatorias, así como síndromes intestinales.
- Se especula que el consumo de probióticos podría prevenir ciertos tipos de cáncer.
- Algunas cepas de probióticos pueden contribuir a combatir el estreñimiento.
- Existen indicios de que ciertos probióticos podrían contribuir a prevenir el desarrollo de algunas cardiopatías.
Los probióticos más usados para el beneficio del organismo
Según Mariño, Núñez y Barreto los probióticos que más se emplean son de dos grupos: los Lactobacillus y las Bifidobacterias y los QPS. Pese a ello, existen también otras bacterias y levaduras. Respecto a estas últimas, destaca la saccharomyces cerevisiae y boulardii.
La saccharomyces boulardii como probiótico
La saccharomyces boulardii es una levadura que se extrae de la corteza del árbol de litchi. Esta, al ser consumida liofilizada ingresa dentro de la gama de los probióticos ya que se activa en el tracto gastrointestinal.
Dicha levadura se emplea para equilibrar la flora intestinal; por lo mismo, se utiliza en el tratamiento de infecciones gastrointestinales, en especial la ocasionada por Clostridium difficle (Bravo, Bunout, Leiva, Maza, Barrera, Maza y Hirsch, 2008). En Perú, esta se ofrece a la venta bajo diferentes denominaciones; una de ellas es Normagut y su mecanismo de acción consiste en reemplazar la flora patógena del intestino por otra similar a la fisiológica; esta es usada en el tratamiento de diarreas y en la prevención de episodios diarreicos originados por antibióticos.
Fuentes:
Normagut: https://megawecare.com.pe/normagut/
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura: http://www.fao.org/3/a-a0512s.pdf
Mariño, Núñez y Barreto: https://www.medigraphic.com/pdfs/actamedica/acm-2016/acm161g.pdf
Bravo, Bunout, Leiva, Maza, Barrera, Maza y Hirsch: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872008000800004